Mantener tu silla de ruedas eléctrica limpia es importante para su durabilidad, apariencia y funcionamiento seguro. A continuación se describen los pasos principales de limpieza y las revisiones que debes realizar.
Limpieza y revisiones diarias
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Limpia el asiento y el chasis con un paño suave y seco. Evita limpiadores abrasivos, productos químicos y lubricantes, ya que pueden dañar los componentes electrónicos.
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Limpia inmediatamente la humedad y los derrames para evitar daños o corrosión.
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Con el controlador apagado, revisa el joystick: asegúrate de que no esté doblado o dañado y de que vuelva a su posición neutral al soltarlo. Inspecciona la funda de goma alrededor de la base del joystick; si está dañada, contacta a tu proveedor.
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Revisa el arnés del controlador para ver si hay desgaste o cables expuestos. Si encuentras problemas, contacta a tu proveedor.
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Mantén la silla libre de materiales extraños como barro, polvo, cabello, comida o bebida.
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Inspecciona visualmente los componentes de la suspensión, como amortiguadores de resorte o de gas, para detectar daños o dobleces. Si encuentras anomalías, consulta con tu proveedor.
Por qué importa la limpieza
La limpieza regular ayuda a mantener el funcionamiento de componentes sensibles como el joystick, los elementos electrónicos y la estructura del chasis. Prevenir la corrosión, la acumulación de residuos y los daños garantiza que la silla siga funcionando de manera segura y cómoda.
Conclusión clave
Una silla de ruedas motorizada es un dispositivo complejo con electrónica, partes mecánicas e interfaces de usuario. Realizar rutinas sencillas de limpieza e inspección diaria garantiza fiabilidad, seguridad y comodidad. Usar un paño suave, evitar productos químicos agresivos, atender la humedad de inmediato y hacer revisiones visuales periódicas contribuye a tu movilidad y prolonga la vida útil de tu equipo.